Se definen según la morfología
general del vegetal. Para distinguirlos se utiliza, generalmente, la
clasificación de Raunkiaer. Esta clasificación permite reconocer, de acuerdo
con la forma bajo la cual pasa el vegetal la estación desfavorable:
FANERÓFITOS:
las yemas se encuentran permanentemente expuestas a las inclemencias climáticas,
situadas sobre tallos aéreos erguidos y leñosos a una altura de 25 cm o más por
encima del suelo. Junto a fanerófitos leñosos
(árboles, arbustos, matas –o nanofanerófitos-), los hay f. herbáceos (regiones
tropicales húmedas), f. suculentos (cactáceas
y euforbíceas de los desiertos) y f. trepadores (hiedras
y lianas de los bosques tropicales).
CAMÉFITOS:
las yemas perduran a menos de 25 cm por encima del suelo sobre brotes
aéreos, rastreros o erectos, pero vivaces. Esta situación les permite cierta
protección, eventualmente gracias a la nieve caída, pero más generalmente por
el “efecto de masa”, debido a la densidad del poblamiento (plantas en
pulvínulo, por ejemplo). El tomillo (Thymus vulgaris) y algunas especies de
brezo (Calluna vulgaris) son caméfitos
leñosos erguidos. Los sauces enanosson caméfitos
leñosos de ramas decumbentes. La vicapervinca y las verónicas
son caméfitos herbáceos rampantes. Los
xerocaméfitos
de las regiones semiáridas tienen un aparato vegetativo cubierto de espinas y
adquieren un porte en esfera o en pulvínulo (astrágalos espinosos).
HEMICRIPTÓFITOS:
Los brotes se encuentran a ras del suelo, lo que les permite quedar
protegidos por la capa de restos orgánicos y en invierno, por la nieve. El aparato
aéreo es herbáceo y desaparece en gran parte al principio de la estación
desfavorable. Particularmente desarrollados en los climas templados. Presentan una
gran variedad morfológica, entre las cuales las formas en roseta (tagarnina,
plantago) o con largo rizoma rampante (saponaria, escrofularia).
CRIPTÓFITOS:
El aparato aéreo es frágil y fugaz. Los órganos vivaces (rizoma, tubérculo o
bulbo) se encuentran ocultos bajo tierra (geófitos:
Scilla, Paris, Cyclamen), en el cieno húmedo (helófitos:
Phragmites, Scirpus, Typha), o incluso dentro del agua (hidrófitos:
Elodea, Utricularia, Nymphaea), lo que les asegura en cualquier estación
protección extremadamente eficaz frente a la sequía, el hielo y las grandes
oscilaciones térmicas.
TERÓFITOS:
la planta, muy efímera, subsiste durante la estación desfavorable sólo en forma
de semillas, formas de alta resistencia es el caso de los terófitos vernales,
como Draba verna o Papaver rhoeas (amapola) o hiemales, como Anthriscus
vulgaris.
EPÍFITOS:
Particularmente abundantes en clima tropical húmedo (helechos,
orquidáceas, bromeliáceas) o frío y húmedo (líquenes, musgos), se desarrollan
sobre portes vivos, generalmente árboles.
El porcentaje de representación
de cada tipo biológico se denomina espectro biológico
de la formación. Este es, pues, el tanto por ciento representado por las
distintas formas de vida presentes en la formación.