sábado, 27 de febrero de 2016

LOS PRINCIPALES TIPOS DE FORMACIONES

En el siguiente cuadro figuran los grandes tipos de formaciones, clasificados de acuerdo con el predominio de uno o diversos tipos biológicos. No figuran un buen número de formas intermedias, bien sean naturales (por ejemplo, bosque templado mixto de planifolios y aciculifolios), bien sean consecuencia de la actividad humana (monte bajo resultante de la degradación de un bosque por pastoreo).
Extensos territorios pueden estar formados por mosaicos de formaciones (por ejemplo, el mosaico bosque-sabana de las zonas tropicales áridas), o por formaciones que presentan amplias zonas de transición de unas a otras. Así, en Siberia, una progresión hacia el norte permite pasar suavemente del bosque denso de coníferas (taiga) a la tundra arbolada con bosquecillos esparcidos y a la tundra típica de musgos, líquenes y arbustos enanos.
taiga


Las formaciones han recibido a menudo nombres tomados del lenguaje popular e, incluso, de variantes locales y, por tanto, poco precisos. Para designarlas conviene usar calificativos complementarios de tipo geográfico (tundra boreal), biológico (bosque sempervirente), ecológico (prado halófilo) o incluso taxonómico (herbazal de posidonia).     

domingo, 21 de febrero de 2016

LOS TIPOS BIOLÓGICOS

Se definen según la morfología general del vegetal. Para distinguirlos se utiliza, generalmente, la clasificación de Raunkiaer. Esta clasificación permite reconocer, de acuerdo con la forma bajo la cual pasa el vegetal la estación desfavorable:
http://biogeografia.netau.net/geobotanica.html

FANERÓFITOS: las yemas se encuentran permanentemente expuestas a las inclemencias climáticas, situadas sobre tallos aéreos erguidos y leñosos a una altura de 25 cm o más por encima del suelo. Junto a fanerófitos leñosos (árboles, arbustos, matas –o nanofanerófitos-), los hay f. herbáceos (regiones tropicales húmedas), f. suculentos (cactáceas y euforbíceas de los desiertos) y f. trepadores (hiedras y lianas de los bosques tropicales).

CAMÉFITOS: las yemas perduran a menos de 25 cm por encima del suelo sobre brotes aéreos, rastreros o erectos, pero vivaces. Esta situación les permite cierta protección, eventualmente gracias a la nieve caída, pero más generalmente por el “efecto de masa”, debido a la densidad del poblamiento (plantas en pulvínulo, por ejemplo). El tomillo (Thymus vulgaris) y algunas especies de brezo (Calluna vulgaris) son caméfitos leñosos erguidos. Los sauces enanosson caméfitos leñosos de ramas decumbentes. La vicapervinca y las verónicas son caméfitos herbáceos rampantes. Los xerocaméfitos de las regiones semiáridas tienen un aparato vegetativo cubierto de espinas y adquieren un porte en esfera o en pulvínulo (astrágalos espinosos).
tagarnina

HEMICRIPTÓFITOS: Los brotes se encuentran a ras del suelo, lo que les permite quedar protegidos por la capa de restos orgánicos y en invierno, por la nieve. El aparato aéreo es herbáceo y desaparece en gran parte al principio de la estación desfavorable. Particularmente desarrollados en los climas templados. Presentan una gran variedad morfológica, entre las cuales las formas en roseta (tagarnina, plantago) o con largo rizoma rampante (saponaria, escrofularia).

CRIPTÓFITOS: El aparato aéreo es frágil y fugaz. Los órganos vivaces (rizoma, tubérculo o bulbo) se encuentran ocultos bajo tierra (geófitos: Scilla, Paris, Cyclamen), en el cieno húmedo (helófitos: Phragmites, Scirpus, Typha), o incluso dentro del agua (hidrófitos: Elodea, Utricularia, Nymphaea), lo que les asegura en cualquier estación protección extremadamente eficaz frente a la sequía, el hielo y las grandes oscilaciones térmicas.

TERÓFITOS: la planta, muy efímera, subsiste durante la estación desfavorable sólo en forma de semillas, formas de alta resistencia es el caso de los terófitos vernales, como Draba verna o Papaver rhoeas (amapola) o hiemales, como Anthriscus vulgaris.
abundancia de epífitas en las reservas naturales de Antioquía


EPÍFITOS: Particularmente abundantes en clima tropical húmedo (helechos, orquidáceas, bromeliáceas) o frío y húmedo (líquenes, musgos), se desarrollan sobre portes vivos, generalmente árboles.


El porcentaje de representación de cada tipo biológico se denomina espectro biológico de la formación. Este es, pues, el tanto por ciento representado por las distintas formas de vida presentes en la formación.

2) LA BIOCENOLOGÍA

A menudo, encontramos las mismas especies en el seno de un mismo tipo de vegetación. Grupos de especies que, en condiciones estacionales análogas, se repiten. Se da el nombre de BIOCENOSIS (también llamada comunidad bióticaecológica o simplemente comunidad) a estas comunidades de seres vivos animales y vegetales que, en un lugar dado, comparten unas mismas condiciones generales de vida.

El estudio de los conjuntos de seres vivos puede emprenderse a partir de criterios distintos. Según el propósito que se persiga, el criterio elegido será el orden fisionómico, taxonómico, o ecológico.


Así, la vegetación de un territorio cuyo inventario no se encuentra aún desarrollado, se abordará inicialmente desde un punto de vista puramente fisionómico, antes de ser objeto de un estudio más profundo por métodos taxonómicos. Finalmente, las investigaciones ecológicas pueden prolongar este estudio para intentar aclarar el determinismo de las comunidades vegetales puestas de manifiesto.

domingo, 14 de febrero de 2016

LOS TERRITORIOS BIOGEOGRÁFICOS (II)

Las divisiones fitogeográficas de la Península Ibérica

La P. Ibérica forma parte del imperio holártico y se encuentra dividida en tres regiones florísticas:

·         Región eurosiberiana
·         Región mediterránea
·         Región macaronésica
paisaje con landa (Wikipedia)

LA REGIÓN EUROSIBERIANA
Al norte, engloba el conjunto de Europa excepto sus límites septentrionales y meridionales, así como Siberia occidental. Se caracteriza por una vegetación exuberante, como corresponde a un clima de temperaturas suaves y humedad abundante y bien distribuida a lo largo del año. Estas condiciones, unidas a las características del suelo, permiten el desarrollo de un bosque caducifolio que alcanza de 25 a 30 metros de altura y cuya frondosidad reduce considerablemente el acceso de la luz solar hasta el suelo, dificultando el desarrollo de los estratos arbustivo y herbáceo.

La región eurosiberiana puede ser dividida en tres dominios distintos:

·Dominio submediterráneo: prolongación  límite del dominio medioeuropeo, viene caracterizado por la mezcla de especies y comunidades vegetales mediterráneas y eurosiberianas con predominio de estas últimas. En particular, dominan los bosques caducifolios, especialmente los robledades.

·Dominio atlántico-europeo: con predominio de la landa (formación de matorrales como el tojo, brezo y retama) 

·Dominio alpino: con especies árticas debido a las glaciaciones.

LA REGIÓN MEDITERRÁNEA
Ocupa la mayor parte de la península y se prolonga hacia el sur hasta los confines de la zona árida sahariana. El principal rasgo de la vegetación es su carácter perennifolio, que deriva de las exigencias de adaptación al medio que impone el clima. El clima mediterráneo presenta una sequía estival muy acusada a la que se han adaptado las plantas desarrollando mecanismos para reducir la evapotranspiración y alcanzar la humedad del suelo. Por eso, la vegetación mediterránea tiene hojas pequeñas y de color cobre, y una raíz extensa y profunda que se hunde vigorosamente en el sustrato.

LA REGIÓN MACARONÉSICA
Drago, endemismo de la región macaronésica


En Canarias. Sus principales rasgos son la variedad florística y la elevada proporción de endemismos. Esta diversidad procede de la unión en el archipiélago de las influencias del mundo holártico y mediterráneo con las africanas, mientras que la insularidad ha fortalecido los caracteres autóctonos.

Para más información:

LOS TERRITORIOS BIOGEOGRÁFICOS (I)

Los imperios continentales

El globo se encuentra dividido en cinco grandes imperios terrestres faunísticos y florales, separados a menudo por zonas de transición de extensión variable:

·         Imperio holártico (boreal)
·         Imperio neotropical (americano)
·         Imperio africano-malgache (etiópico)
·         Imperio asiático-pacífico (indomalayo y polinésico)
·         Imperio antártico-australiano


Estos territorios biogeográficos demuestran cierta similitud en la distribución de los animales y de los vegetales, que puede explicarse por la influencia de los factores geográficos y climáticos, influencia que actúa, en el curso del tiempo, sobre el conjunto de los seres vivos.


Los imperios, caracterizados por un endemismo de órdenes o familias, pueden ser subdivididos en regiones con endemismo de familias y géneros. A su vez, las regiones se subdividen en dominios, estos en sectores y finalmente, en distritos, cuyos taxones endémicos se sitúan, respectivamente, a nivel de género, especie y subespecie.

sábado, 23 de enero de 2016

LAS CAUSAS DE LA DISTRIBUCIÓN ACTUAL DE LOS SERES VIVOS (II)

B) FACTORES EXTERNOS

liebre ártica (Lepus timidus) 
El desarrollo de cada taxón se ve limitado antes o después por la intervención de uno o más factores desfavorables al medio, que constituyen un obstáculo al avance de la migración. Por ello, acaban cubriendo un área más restringida, que no se corresponde con su capacidad de propagación o amplitud ecológica. Los factores externos que se oponen al crecimiento de las áreas pueden ser de orden:

·GEOGRÁFICO: como la interposición de una cadena de montañas, un océano o incluso un río.
·CLIMÁTICO: como la aparición de condiciones térmicas o hídricas desfavorables.
·EDÁFICA: la presencia de un sustrato incompatible con la implantación de la especie.
·BIÓTICO: la aparición de parásitos o depredadores, de fenómenos de competencia con otros taxones por el agua, alimento, la luz, o incluso la intervención humana.

perdiz nival (lagopus muta)
Estos 4 factores ocurren en el presente, representando los factores actuales, pero no bastan para explicar la distribución actual de los organismos. Esta también es el resultado de factores pasados. Así, el clima de la era cuaternaria presentó, en el curso de las distintas glaciaciones, variaciones de gran amplitud, responsables de importantes desplazamientos en latitud del área de numerosos taxones vegetales y animales:

·  Los PERÍODOS GLACIARES permitieron la expansión de las especies boreales (renos, mamuts, sauces y abedules enanos) hasta las orillas del Mediterráneo, a la vez que supusieron el retroceso hasta estas orillas, y en ocasiones incluso la desaparición, de numerosas especies de clima templado y de las subtropicales supervivientes de la era secundaria (palmeras, magnolias, laureles, etc.)

· En el curso de los PERÍODOS INTERGLACIARES se produjeron movimientos inversos. Después del retroceso definitivo de los glaciares, algunas especies árticas han sobrevivido lejos de su área normal en localidades aisladas de alta montaña, como por ejemplo, la liebre ártica (Lepus timidus), el lagopedo o perdiz nival (Lagopus mutus), Salix herbacea, Dryas octopetala o Betula nana, ofreciendo ahora ejemplos típicos de áreas disjuntas.
Dryas octopetala

El conocimiento de las variaciones en el transcurso del tiempo de los distintos factores externos es, pues, indispensable para la comprensión de la distribución actual de los seres vivos. Es indispensable apoyarse en los datos que facilitan disciplinas como la paleogeografía y la paleoclimatología, que intentan reconstruir la configuración del planeta y sus climas a lo largo de los distintos períodos geológicos.
Salix herbacea
Abedul enano (Betula nana)









































martes, 19 de enero de 2016

LAS CAUSAS DE LA DISTRIBUCIÓN ACTUAL DE LOS SERES VIVOS (I)

La distribución actual de los seres vivos y en consecuencia, las características del área de cada especie animal y vegetal, son el resultado de la influencia, tanto pasada como presente, de factores internos, propios de los organismos, y externos, propios de los medios en el que viven.

A) FACTORES INTERNOS
ninfas de Argiope, procedentes de una única puesta

Cuando un taxón nuevo aparece en un punto cualquiera del globo, la extensión de su área dependerá inicialmente de sus potencialidades intrínsecas, relacionadas con su constitución genética, como su capacidad de propagación, su amplitud ecológica o sus posibilidades evolutivas:

1.- CAPACIDAD DE PROPAGACIÓN: La expansión de una especie depende, en primer lugar, de su capacidad de reproducción y de diseminación:

        a. Capacidad de reproducción: Una especie particularmente fecunda no implica un gran número de individuos sobre la superficie del globo. La capacidad de reproducción no viene dada por la cantidad de descendencia que genera, sino que depende de la longevidad de sus individuos, su capacidad de alcanzar un desarrollo completo para generar más descendencia.

           b. Capacidad de diseminación: O de desplazarse a distancias más o menos importantes. La diseminación activa se da en organismos dotados de locomoción. Corresponde al conjunto de sus desplazamientos habituales o de mayor envergadura (migraciones). También puede darse diseminación activa en plantas que proyectan las semillas a distancia (balsamináceas, Ecballium o "pepinillo del diablo"), que originan rizomas subterráneos (helechos) o que dan lugar a un nuevo individuo en las proximidades del progenitor por medio de estolones aéreos, como las fresas. En la diseminación pasiva, hay un factor externo que actúa como agente de transporte. Según sea este agente, se distingue la anemocoría, o diseminación por el viento, la zoocoría, o dispersión por los animales, la hidrocoría, o transporte por el agua y la antropocoría, o diseminación, llevada a cabo por el hombre.

2.- LA AMPLITUD ECOLÓGICA: Cada especie puede vivir entre dos valores límite de cada uno de los diferentes factores del medio (ej., especie vegetal que puede vivir entre los 12-25ºC). Cuanto mayor es la diferencia entre esos límites, mayor la amplitud ecológica y mayor posibilidad de extensión de su área de distribución. El área estará poblada en general por individuos que presentarán caracteres morfológicos y funcionales modelados por las condiciones locales. Estas adaptaciones reflejan la plasticidad ecológica de una especie en el plano fenotípico (conjunto de caracteres aparentes de un organismo) y ponen de manifiesto simplemente una adaptación no hereditaria, reversible, de cada individuo a su hábitat.



G. clusii no tiene coloración verde en corola
como G. acaulis
3.- EL POTENCIAL EVOLUTIVO: Las aptitudes de un taxón para conquistar nuevos tipos de medio no se mantienen inmutables desde su origen hasta su desaparición. Evolucionan constantemente, puesto que la constitución genética de las poblaciones está sujeta a variaciones en el curso del tiempo bajo el efecto de diversos fenómenos. Tenemos así las mutaciones (modificaciones súbitas y discontinuas que afectan a los genes o a los cromosomas) y las hibridaciones (cruzamientos entre individuos con genotipos diferentes). El medio desempeña un papel selectivo por eliminación de los genotipos menos adaptados del conjunto de nuevas combinaciones genéticas así creadas. La combinación de los dos mecanismos –variación genética y selección ecológica-, cuando es seguido de un aislamiento de las poblaciones, conduce a la constitución de tipos nuevos en armonía más estrecha con las condiciones locales. Así, pueden aparecer, en el seno de una misma especie, distintos ecotipos, poblaciones más o menos diferenciadas morfológicamente y adaptadas a hábitats particulares. 
G. acaulis

A la inversa de lo que sucede con las adaptaciones fenotípicas, los caracteres de los ecotipos son de naturaleza genotípica (genes reproducidos de manera idéntica en todas sus células) y por tanto, hereditaria, y se mantienen cuando los individuos son trasladados a un nuevo hábitat. Los ecotipos pueden ser considerados como variedades o subespecies  caso del enebro común (Juniperus communis) y la subespecie enana (J.c. nana) que representa un ecotipo climático de porte prostrado, que crece en el piso subalpino, o como especies propiamente dichas cuando sus caracteres son muy marcados. Sería el caso de la Gentiana kochiana de las montañas calcáreas y la G. clusii de las cadenas graníticas, dos ecotipos edáficos de una misma especie inicial: G. acaulis.